Los silentblocks son unos tacos de goma perforados de forma cilíndrica que están instalados en la suspensión del vehículo para amortiguar los ruidos y vibraciones, su traducción literal es “bloque silencioso” e impiden que las vibraciones y el ruido se trasmitan a lo largo de toda la estructura del coche, de esta forma se evitan desgastes prematuros además de reducir el ruido.
Es muy importante que los silentblock de nuestro coche estén en buen estado para su buen funcionamiento, puesto que si estos están demasiado desgastados provocarán grandes ruidos, problemas en la suspensión del coche, problemas con la dirección, posibilidad de fallo en la transmisión y un mal desgaste de los neumáticos. Por ello es recomendable revisar los silentblock cada vez que empiecen a emitir ruidos y así ahorrarnos tener que gastar más en nuestro taller mecánico.
La duración de un silentblock depende de la marca, diseño y si se monta correctamente. También es importante ser cuidadoso en la conducción, pues coger los baches demasiado deprisa, o un bordillazo, acortan su vida útil además de poder romperlos si el impacto es muy fuerte. Además es una pieza que no tiene reparación, es necesario sustituirlos.
Lo más común es que el silentblock se fracture por la parte central provocando que los casquillos de ambos extremos se toquen, ocasionando las vibraciones y ruidos tipo “clock-clock”, como los muelles de una cama vieja, cuando el coche pasa por algún desnivel, bache o badén, y también al girar o frenar. Además un silentblock partido o desgastado provoca inestabilidad e imprecisiones en la dirección, pues ésta estará desviada hacia el lado del silentblock roto o el volante puede vibrar a altas velocidades
Los que más sufren, al menos en un coche con motor delantero, son los del tren delantero al soportar todos los golpes con el peso del motor por los que suelen ser los que hay que cambiar más frecuentemente, aparte de que es donde más articulaciones hay por la dirección.
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